La praia y la chuva (25/7)

Después de llegar al hotel en Arpoador e instalarnos (taxista-guía turístico de por medio), no hay nada más que hacer que caminar hasta la playa de Ipanema buscando un lugar para comer. La búsqueda se extendió un poco más de lo planeado (no por falta de lugar sino por indecisión), pero al final recorrimos Ipanema de una punta a la otra. Lamentablemente lo que era un fuerte viento derivó en una lluvia torrencial que arruinó el resto del día, salvo por el tiempo suficiente para llegar a comer a un restaurante a una cuadra de Copacabana.

Y lo fue nomás (25/7)

Porque después de dormitar tirado junto a un ventanal de la segunda planta durante 2hs, hacer cola en el check-in por 1h, más otro rato largo de cola en inmigración, y llegar a la puerta de embarque 15 minutos antes de la supuesta hora de despegue... los vuelos no salen por la niebla (nota aparte: qué manía que tiene la gente con llegar primero a la cola, yo me puse cuando recién había empezado el check-in y ya había unas 200 personas esperando!!).
Finalmente despegamos hacia Río de Janeiro pasadas las 9 de la mañana y un vuelo sin problemas (con Varig, buen servicio) nos deposita en los 25º cariocas...

Saliendo de casa (24/7)

Después de una semana de descanso familiar, el viaje a Río empieza con un Rosario-Ezeiza cortesía de Manuel Tienda León (el servicio puerta a puerta). Vale la pena sólo si no se pueden combinar los horarios desde Retiro de los minibuses, si no es mucha plata por 4 horas en una trafic. Llego al aeropuerto 2:10 de la mañana, y el vuelo debería salir 6:50. Va a ser una noche larga...